INSTITUTO DE ESTUDIOS JUDAICOS ETZ JAIM



SUCOT

HOSHANÁ  RABÁ
SHMINÍ HATZERET

 

SIMJAT TORÁ

 


JANUCÁ

TZOM 10 DE TEVET
 
TU BISHVAT


 

SUCOT (14 y 15 hasta el 21 de Tishri )
FIESTA DE LAS CABAÑAS O DE LOS TABERNÁCULOS (AÑO 200
6 : 7 al 12 de octubre)

            Para evitar confusiones recordemos que en Israel se celebra Sucot durante una semana, comenzando el 15 de Tishri. En la diáspora se incorpora un día adicional como Día de Fiesta Mayor, que es el 14 del mes.
            El primero (los dos primeros en la diáspora) y el último día son totalmente festivos, es decir, no se trabaja. Los días intermedios (Jol Hamoed Sucot) se realizan servicios religiosos, pero no está vedado totalmente el trabajo.
            El séptimo día de celebración recibe el nombre de Hoshaná Rabá. Toma su nombre de una serie de cánticos religiosos denominados hoshanot, en que se repite el pedido hoshía ná = “sálvanos, por favor”

Otros Nombres de Sucot
            Además del ya mencionado Jag HaSucot (Fiesta de las Cabañas), esta fiesta se la conoce como:
            Jag HaAsif (Fiesta de la Cosecha)

            Zman Simjateinu (Tiempo de Nuestra Alegría)

            Jag (Fiesta)

            Sucot es una de las tres fiestas de peregrinación, junto con Pésaj y Shavuot, y así como Pésaj se conoce como Fiesta de la Libertad y  Shavuot como Fiesta de Recepción de la Torá, a ésta se la denomina Fiesta de la Alegría. Aunque se trata del festival bíblico de la cosecha, también recuerda los campamentos de nuestros antepasados en el Sinaí durante cuarenta años; ¿porqué entonces la Torá se refiere  a ella como “tiempo de gozo”?. Una interpretación alude al hecho que estando pocos días después de Iom Kipur, el sentirnos agraciados por el perdón, es motivo de enorme alegría.
            La sucá (singular de sucot) es una cabaña  pequeña cubierta por ramas en lugar de techo[1]. Está adornada con frutas y flores. Tradicionalmente los miembros de la familia viven o al menos comen en ellas. En el antiguo Israel la celebración de la cosecha en los campos tenía lugar en cabañas semejantes.

            Lo extraño sobre Sucot es que parece enfatizar nuestra vulnerabilidad. Durante los siete días de la festividad residimos en una “ramada” temporal, expuestos a los elementos, privados del confort de nuestros hogares a los que estamos tan acostumbrados. Las leyes de la Torá ven en esto lo siguiente: La estructura misma de la sucá es temporal y no hay techo sólido sobre nuestras cabezas (se debe poder ver el cielo). Pero justamente es esta vulnerabilidad la que nos produce satisfacción porque nos damos cuenta, mientras estamos sentados en la sucá, que en todo tiempo somos dependientes de nuestro Creador. Por lo tanto, nunca estamos solos en este peligroso mundo; estamos bajo Su protección. Nos damos cuenta que somos parte del gran drama de la historia Judía y que cada uno de nosotros tiene un rol noble y protagónico que desempeñar en este drama.

            Al agradecimiento por la protección divina se une el reconocimiento por los dones de D’s. Este se expresa mediante un ramillete de plantas especiales que antiguamente se llevaba al Templo: una cidra, una rama de palma datilera, mirtos y sauces de los arroyos (Arbaat HaMinim o Cuatro Especies[2]). Estas plantas representan todos los tipos de vegetación producidos por la tierra. La cidra (etrog: fruto cítrico parecido al limón) posee belleza, aroma y sabor; los dátiles- representados por el Lulav (hoja de palma datilera)- carecen de perfume pero son dulces al paladar; los mirtos (Hadás) no tienen sabor pero sí un grato perfume; los sauces del arroyo (Aravá) no tienen en sí nada excepcional, sin embargo, como muchas plantas similares, son indispensables en la tierra. Los rabinos trazaron un paralelo entre la sociedad humana y estas cuatro plantas: hay gente llena de sabiduría y utilidad; otros pueden poseer conocimientos pero carecer de humana comprensión; algunos pueden ser bondadosos pero no son dueños de grandes dotes intelectuales y, finalmente, hay quienes son simplemente seres humanos. Todos ellos conforman una gran familia en la que cada quien es esencial y nadie es prescindible. Este simbolismo se aplicó también a la sociedad judía. Así, el Etrog representa a las personas que saben Torá y viven de acuerdo a ella, el Lulav representa a las personas que sin saber Torá mantienen los principios éticos en ella contenidos, el Hadás encarna a la gente que sabe Torá, pero no se comporta de acuerdo con lo que ella estipula y el Aravá retrata a quienes no conocen la ley ni viven su inspiración.

            El ramo festivo se agita durante la lectura del Halel, o Salmos de agradecimiento (Salmos 113-118). A medida que se recita cada una de las palabras , las ramas apuntan a los diferentes puntos cardinales y arriba y abajo. De los cuatro confines de la tierra, desde los cielos y desde los suelos que están debajo de los pies, han llegado los dones de D’s. Él está en todas partes y, por ende, hay que agradecerle en todas las direcciones.

HOSHANÁ  RABÁ

            Decíamos que el séptimo día tiene esta denominación especial. Cuando existía el Templo de Jerusalén, se caminaba con las cuatro especies vegetales simbólicas de la fiesta en torno del altar. Después pasó esa costumbre al oficio sinagogal y se canta el “Hoshaná” caminando en círculo dentro de la sinagoga. En el séptimo día se practicaban siete vueltas.

            Este séptimo día de Sucot fue adquiriendo con el tiempo un significado muy peculiar propiciado, particularmente, por las ideas cabalísticas y por la imaginación popular. Hoshaná Rabá llegó a ser una prolongación del Día del Juicio, esto es de Iom Kipur. En efecto fue definido como “Pequeño Iom Kipur”.

            En el mes de Tishri se suceden tres grandes acontecimientos. El primero es Rosh Hashaná (1 de Tishri), “Año Nuevo”. En este día, según el Talmud y legendarias tradiciones, tiene lugar el Juicio de todos los hombres. D’s juzga a todos los hombres según las acciones que éstos realizaron durante el año. Se abre el Libro de las Memorias y de ahí brota el recuerdo de todas las acciones, y de acuerdo con ello juzga D’s a los seres humanos. Pero el juicio no concluye ahí.   

            Transcurren diez días de plazo, hasta Iom Kipur que es el día de la conclusión del Juicio y, según su nomenclatura hebrea, “Día del Perdón”. Se le da al hombre la oportunidad de reflexionar sobre sus actos, de arrepentirse de todo corazón y, en consecuencia, de rogar el perdón divino. En Iom Kipur concluirá el Juicio y saldrá a luz el veredicto final.

            No obstante, la tradición prolonga el plazo hasta el séptimo día de Sucot, hasta Hoshaná Rabá. Por eso el hombre judío sentía y siente en esta ocasión un estremecimiento reverencial frente a su destino futuro que el cielo señalará..

SHMINÍ HATZERET (22 de Tishri)
OCTAVO DÍA DE ASAMBLEA ( Año 200
6 : 14  de Octubre)

            El octavo día de fiesta, corona a los precedentes siete días de Sucot. Aunque el Pentateuco lo menciona expresamente, se discute  si es una fiesta separada de la primera o una culminación de ella.
            Otra acepción de la palabra hatzeret es retención, queriendo indicar el deseo de prolongar la semana de Sucot.
            En este día , después de la lectura de la Torá se incluye la oración de Izkor y en el transcurso del Musaf se pronuncia una oración por la lluvia (gueshem).
            A partir de ésta fecha y hasta Pésaj, se intercala en la Amidá un versículo especial por las lluvias.

SIMJAT TORÁ (23 de Tishri)
ALEGRÍA DE LA TORÁ ( Año 200
6 : 15 de Octubre)

           
Ritualmente  se la considera como el segundo día de Shminí Hatzeret

            Cabe anotar que esta fiesta es diferente a cualquier otra del calendario Judío, ya que no está basada en ninguna literatura bíblica, talmúdica o rabínica, sino que tiene su origen en el deseo del Pueblo Judío de expresar su amor y aprecio por la Torá.
            Cuando concluye Sucot, comienza esta festividad, la fiesta de la Torá[3], en que se celebra la culminación de la lectura anual de la Torá , para reiniciarla nuevamente Antes de la lectura todos los rollos son sacados del arca y llevados en procesión siete vueltas (hakafot) alrededor de la sinagoga. Se baila con el Rollo del Libro en las manos, mientras alrededor juegan los niños con banderitas y una manzana sobre ellas.
            Uno de los miembros ancianos de la congregación es honrado con el nombre de jatán Torá (el novio de la Torá) y a él se dirige el lector que recita el párrafo final de la Torá (que es la novia). Por otra parte un miembro joven casado es honrado como el jatán bereshit (el Novio del Génesis) y a él le son leídos los primeros versículos del nuevo siclo. En este caso la Creación es la novia.
            Además en esta oportunidad todos los niños presentes son llamados a una alyá especial a la Torá (Kol Hanaarim), para significar la continuidad del estudio de la Torá
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 BIBLIOGRAFÍA

·        “Que es el Judaísmo” . Rabino Esteban Veghazi

·        “El Ser Judío”. Rabi Hayim Halevy Donin

·        “Celebraciones Judaicas”. Jaime Barylko.

·        “Usos y Costumbres del Pueblo Judío”. Jaime Barylko.

·        “La Esencia de Israel”.  Rabino Moshé Frank

·        “Tradiciones y Costumbres Judías”. Erna C. Schlesinger.

·        “Una Historia de la Experiencia Judía”. Rabino Leo Trepp.

·        “Understanding Judaism”. Rabí Mordechai Katz

·        “Living Jewish”. Rabi Berel Wein.

·        “Una Invitación a la Vida Judía”. Gachi Waingortin


 

[1] La construcción de la sucá debe empezar inmediatamente después de Iom Kipur. Están reglamentadas sus características y dimensiones, así como las cosas que pueden o no contener y los actos que pueden y no realizarse.

[2] Están establecidas las características que deben cumplir cada una de estas especies para ser utilizadas durante la festividad. La rigurosidad de tales condiciones obedecen al simbolismo de sugerencia divina de las citadas especies. Así:

Fruto del árbol cítrico (hadar=hermoseado): Se refiere al Eterno, sobre el cual se ha dicho: “Vestido de esplendor y hermosura (hadar). (Salmo 104)

Palmas de palmeras : Se refiere al Eterno, como está  dicho: “El justo como la palma florecerá”. (Salmo 92)

Ramas de árbol frondoso (mirto) :  Se refiere al Eterno, como está  dicho: “Estaba de pie entre los mirtos” (Zacarías 1 ).

Sauces del arroyo : Se refiere al Eterno, como está  dicho: “Abrid paso al que cabalga entre los sauces” (Salmo 68)

 

[3] No se debe confundir con la entrega de la Torá que es en Shavuot.

JANUCÁ o JAG HAURIM (25 DE KISLEV A 2 DE TEVET)

CONSAGRACIÓN o INAUGURACIÓN- FIESTA DE LAS LUMINARIAS

( AÑO 2005:  26 DE DICIEMBRE AL 2 DE ENERO)

 

            Esta fiesta, que es de origen rabínico, al igual que Purim, conmemora la victoria de los macabeos sobre los seléucidas (greco-sirios) y la purificación del Templo que había sido profanado por el enemigo(aproximadamente en el año 165 A.E.C.).

            Con Alejandro el Grande, 150 años antes de la fecha anotada, los griegos dominaron la tierra de Israel. Si bien al comienzo no interfirieron mayormente en el desarrollo de la vida judía, poco a poco comenzó una campaña para helenizarlos. En su momento las autoridades Griegas- con la cooperación de  judíos helenistas- prohibieron la circuncisión, forzaron a los judíos a comer carne de cerdo, erigieron una estatua de Zeus en el Templo de Jerusalén y forzaban a las mujeres judías a someterse a los funcionarios griegos antes de concederles permiso para casarse.

            Esas y otras atrocidades, provocaron que los judíos se rebelaran en armas, entre los años 167-162 A.E.C., para expulsar a los griegos del país, destruir a los helenistas y redestinar el Templo de Jerusalén al servicio del D’s de Israel. Esta rebelión fue dirigida por una familia de Kohanim conocida tanto como Hasmoneos o como Macabeos. El jefe de familia, Matitiahu (Matatías), y cuatro de sus hijos: Yojanan , Yehudá (“Juda Macabeo”), Yonatan y Eleazar murieron durante la guerra. El único hijo superviviente: Simón, presenció la victoria sobre los griegos y llegó a ser Sumo Sacerdote y líder del pueblo Judío, estableciendo una dinastía reinante Hasmonea que duró 103 años.

         Después de limpiar el Templo de ídolos griegos, los Judíos encendieron la gran Menorá de oro. El pequeño jarro de aceite sagrado que suministraba el combustible para las luces de la Menorá, contenía aceite para el uso de un día. Sin embargo, milagrosamente, el combustible alcanzó para ocho días, lo suficiente para que pudiese fabricarse nuevo aceite de oliva para el Templo. En honor de este milagro y en conmemoración de la victoria de los Hasmoneos sobre los griegos y los judíos helenizantes, los rabinos instituyeron la fiesta de ocho días de Janucá. Janucá significa en hebreo inauguración y en este caso se refiere a la reinauguración del Templo de Jerusalén.

            Un candelabro especial de ocho brazos, llamado Januquiá, que tiene una candela adicional llamada shamash (sirviente), es encendido en los hogares judíos cada una de las ocho noches de la festividad. Empezando con una candela, cada noche se prende una adicional hasta completar las ocho. El   shamash, que está ubicado a distinto nivel o a un costado de los brazos regulares,  es prendido igualmente cada noche y utilizado para encender las otras llamas que corresponda. Como el propósito de la Januquiá es iluminar al mundo acerca de las lecciones de Janucá y reforzar la fe, es colocada en un lugar destacado frente a una ventana u otro sitio que pueda ser visto desde el exterior.[1]

            Es costumbre que en esta festividad se coman alimentos fritos en aceite como los sufganiot (berlines rellenos con crema o mermelada), doughnuts y latkes de papa. A los niños se les regala caramelos en forma de monedas y también una perinola para jugar llamada dreidel, la que tiene en sus lados las iniciales de “nes gadol hajá sham” (un gran milagro ocurrió allí).


TZOM 10 DE TEVET

AYUNO DE 10 DE TEVET ( AÑO 2004: 22 DE DICIEMBRE)

            Es una de las cuatro ocasiones, junto con el 9 de Av, el 17 de Tamuz y el 3 de Tishrei en que se recuerda tiempos tristes de la historia Judía. Esta conmemora el sitio a las murallas de Jerusalén por Nabucodonosor, rey de Babilonia, y el comienzo de la batalla que termina con la destrucción de Jerusalén y del Templo de Salomón, enviando a los Judíos al exilio babilónico de setenta años.

            Este acontecimiento nos es recordado en toda su crudeza y tristeza por el Profeta Ezequiel.

            El 10 de Tevet se acostumbra a recordar acontecimientos de dos fechas cercanas:

*El 8 de Tevet  que corresponde a la fecha en que 70 estudiosos judíos fueron obligados por el rey Ptolomeo de Egipto a traducir la Biblia al griego. Aunque el Talmud  nos cuenta que este proyecto fue bendecido por un milagro, ya que los 70 fueron ubicados en cubículos individuales y, aún así, todos  salieron con la misma traducción (la Septuaginta). La opinión general de los judíos de la época, sobre este proyecto, fue decididamente negativa.

 *El 9 de Tevet es considerada la fecha de muerte de Ezra el Escriba. Se recordará que este personaje guió el retorno a Jerusalén de los judíos del exilio babilónico y fue bajo su dirección e inspiración, con la ayuda de Nehemías, que se construyó el Segundo Templo. Ezra también renovó el pacto de Moisés  entre Israel y D’s; disminuyó el flujo de matrimonios mixtos que afectaba a los judíos que volvían a Jerusalén, reforzó la observancia pública y privada del Shabat y creó las escuelas e instrumentos intelectuales para la mantención y desarrollo del conocimiento de la Ley Oral del Sinaí entre el Pueblo Judío. Se dice que Ezra el Escriba es el responsable por la supervivencia del Judaísmo y de los Judíos hasta nuestros días.


TU BISHVAT o JAMISHÁ ASAR BISHEVAT(15 DE SHEVAT) (AÑO 2005: 25 DE ENERO)

            También llamada Jag Hailanot, simboliza el año nuevo de los árboles. Esta fecha no tiene relación alguna con hechos históricos o religiosos, sólo evidencia la íntima relación del Pueblo Judío con la tierra y su profundo amor por los árboles.

            Según la tradición esta es la fecha en que se fija el destino de las plantas. Se acostumbraba plantar árboles que no fueran frutales. Una costumbre popular y simpática era la de plantar un cedro por cada varón y un ciprés para las niñas. Cuando los “dueños” de esos árboles se casaban, sus ramas servían para adornar la Jupá. De esta manera se asociaba el árbol a los acontecimientos más trascendentales de la vida humana.

            Una costumbre en uso asociada a este día es la de comer alguno de los frutos que crecen en Israel

 

BIBLIOGRAFÍA

·        “Que es el Judaísmo”. Rabino Esteban Veghazi

·        “El Ser Judío”. Rabi Hayim Halevy Donin

·        “Celebraciones Judaicas”. Jaime Barylko.

·        “Usos y Costumbres del Pueblo Judío”. Jaime Barylko.

·        “La Esencia de Israel”.  Rabino Moshé Frank

·        “Tradiciones y Costumbres Judías”. Erna C. Schlesinger.

·        “Una Historia de la Experiencia Judía”. Rabino Leo Trepp.

·        “Understanding Judaism”. Rabí Mordechai Katz

·        “Living Jewish”. Rabi Berel Wein.

·        “Una Invitación a la Vida Judía”. Gachi Waingortin


 

[1] El encendido de estas candelas y sus respectivas brajot está normado en el Shulján Aruj y aparece en varias de las obras citadas como bibliografía

 

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