Resumen de la Parashá Tzav

Un maestro me dijo en una oportunidad que Iom ha Kipurim se parece al formateo del disco rígido de la computadora Es un 'volver a empezar' y un profundo movimiento de tuerzas internas que no se ve por fuera. Es un acto fundacional que renovarnos cada año.
Pesaj es otro acto fundacional que renovamos año tras año.
Y si Iom ha Kipurim es el día en el cual 'formateamos' nuestro disco duro, Pesen, valga la metáfora, es el día en que nos sentarnos frente al mismo disco duro y le sacamos todos esas archivos molestos que tenernos en la máquina, que ocupan espacio y no nos sirven para nada.

Nuestros sabios asociaron al jametz con los malos Impulsos que habitan en nuestro corazón: las pasiones dañinas, los celos,, la envidia y la soberbia.
Se nos enseña, que así corno debernos sacar todo rastro de jametz de nuestras casas, también debe sacar todo vestigio de, jametz espiritual de nuestras-vidas.
Así como trabajamos para prepararnos físicamente para Pesa, se nos pide que hagamos una preparación espiritual, que saquemos de nuestras vidas todas esas energías que invertirnos a diana en cuestiones vanas, que ocupan espacio y no sirven para nada.

Y así como las módicos suelen pedir a sus pacientes un chequeo cada seis meses, nuestra tradición nos impone algo similar; escarbar en nuestra alma en Tishrei y, seis meses después, en Nisan, el roes de la libertad

No es casual que durante cientos de años los Rabinos solo predicaban dos Shabatot al año en Shabat Shuvá (el Shabat previo a lom HaKipurim) y el Shabat HaGadol (que es este Shabat previo a la Festividad de Pesaj).
La Parasha de esta semana, Parashat Tzav nos cuenta que una de los primeras labores que realizaba el kohen al iniciar su jornada, era vestir ropas sencillas, tomar las cenizas que habían quedado sobre el altar el día anterior, y sacarlas fuera del campamento.

Es llamativo:
Por qué empezar el día escarbando en la ceniza y sacándolas afuera del campamento
Tal vez esto nos enseñe que en la vida resulta imposible empezar de vuelta sobre los remanentes del pasado

Esas cenizas que el sacerdote sacaba de mañana representaban al sacrificio que fue, el nuevo día no puede construirse sobre los despojos del ayer.

Buscar nuestro Jametz, en un sentido estrictamente espiritual, es tomarnos ese tiempo para sacar los despojos afuera. Es alivianar la mochila y prepararnos para transitar ligeros durante la segunda mitad del año

Shabat Shalom.Pesaj Kasher VeSameaj
Rabíno Gustavo Surazski
 

PARASHA TZAV – SHABAT HA GADOL
La Torá destaca varias veces en esta Parashá y en otros capítulos de la Torá, la prohibición de comer la sangre de los animales. La repetición de este precepto acentúa la importancia que el judaísmo le da al mismo. Es una de las prohibiciones que deben cumplir todos los hombres: judíos y no judíos, ya que figura en la Torá y en los 7 preceptos de los hijos de Noaj (Noé). El consumo de sangre fue explicado como una medida higiénica y como una protesta contra las prácticas idólatras. En nuestros días es posible explicar el sentido de la prohibición de ingerir sangre como un medio educativo que utiliza la Torá para enseñarnos los valores de respeto hacia todo ser viviente. El asesinato representa la amenaza a la humanidad, por eso la Torá temió que el hecho de comer la carne con la sangre, llevara al hombre a perder el respeto por la vida y cometer asesinatos. El primer hombre creado por Di-s era vegetariano. Sólo luego en los tiempos de Noaj, se le concedió al hombre la posibilidad de comer carne de animales. La Torá determinó que la sangre es vida. Sólo esta permitido comer la carne si el sacrificio del animal se lleva a cabo de acuerdo con la forma que establece la ley, y después de haber extraído de ella toda la sangre.
La Halajá nos enseña cómo extraer toda la sangre del animal mediante el salado o asado. Después de quitarle la vida a un animal, la sangre es derramada sobre la tierra y se la cubre con polvo. Así el hombre se libera de su sentimiento de culpa y se devuelve su humanidad.
SHABAT SHALOM.