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PARASHAT NASÓ (NÚMEROS 4:21 – 7:89) (Semana que termina el 11-06-05) En esta parashat, la más larga de la Torá, se ordena continuar el censo de los levitas entre 30 y 50 años, correspondiéndoles a las familias de Gersón y Merarí (recordemos que en la parashat anterior se dio cuenta del referente a la familia de Coat). Junto con ello se dan las instrucciones acerca de las tareas que les correspondía realizar, las que tenían que ver con el transporte de elementos del Tabernáculo. La suma de los levitas en este rango de edad ascendió a 8.580, siendo 2.750 de la familia de Coat, 2.630 de la familia de Gersón y 3.200 de la familia de Merarí. Luego D’s ordena que se saquen del campamento a quienes están impuros (leprosos, con flujo y por contacto con cadáver) y establece que quienes se apropien engañosamente de bienes de otros deben confesar su pecado y restituir lo escamoteado a la victima, más un quinto de su valor. Y si no quedaren damnificados con vida, esta restitución se hacía al sacerdote junto con un carnero que sería ofrendado para expiar el pecado. Otra orden que el Eterno da a Moshé, para ser puesta en conocimiento de los Bnei Israel es particularmente enigmática y con un cierto dejo de misoginia, en cuanto se refiere a los presuntos actos de infidelidad que cometieren las esposas hacia sus maridos. Debe tenerse en cuenta que hablamos de actos presuntos porque no era necesario acreditar su veracidad, sino que bastaba la expresión de celos del marido y es enigmática por el ritual a seguir para determinar si hubo o no pecado. En síntesis, el procedimiento consistía en llevar la mujer a la presencia del sacerdote junto con una ofrenda de harina de cebada[1]. El sacerdote debía coger “agua santa”[2] en un vaso de arcilla y echarle polvo del piso del Tabernáculo. A continuación la mujer era presentada al Eterno con la ofrenda en sus manos y era despeinada y juramentada por el sacerdote en términos de que el “agua amarga”, maldecida, producirá la deformación- vía hinchazón del vientre y quiebre de muslos (supuestamente esterilidad) -de la imputada en caso de culpabilidad. A ello la mujer respondía: “Amén, amén”. Por su parte el sacerdote debía inscribir las maldiciones en un registro y luego borrarlas con el agua amarga[3] . Esa agua debía ser bebida por la mujer para que penetrara en sus entrañas. Si era culpable, la maldición entraría junto con ella, con los efectos señalados. Si, por el contrario, era inocente, mantendría e incluso favorecería su fecundidad. En otra parte se disponen las obligaciones del Nazareato (voto de consagración al Eterno), en especial las relativas a la abstinencia de vinos, licores, uvas y sus derivados; no cortarse el cabello ni acercarse a cadáver; y las formas de proceder cuando accidentalmente se caía en impureza. Se establece aquí (Números 6:22-26) la bendición sacerdotal, tan frecuente en nuestra ritualidad. Más adelante, cuando se termina de construir el Tabernáculo y santificados todos sus utensilios, los jefes de las tribus traen una ofrenda al Eterno, que Este ordena sean entregadas a los Levitas para los efectos del culto, incluso los carros y los bueyes que los tiraban; seis y doce, respectivamente. Estos fueron entregados a las familias de Gersón y Merarí para el transporte de los elementos del Tabernáculo que dependían de ellos. Pero a la familia de Coat no se les asignó carruajes ni animales de tiro, porque ellos debían transportar los elementos más sagrados, lo que debía hacerse con sus propias fuerzas, sobre sus hombros, sin ayuda. Con motivo de la inauguración y consagración del altar las tribus cumplen lo ordenado por Adonai de efectuar una ofrenda. Cada día, cada tribu a través de su príncipe, hace la misma ofrenda, consistente en: *un plato de plata de 130 siclos, *un cántaro de plata de 70 siclos sagrados, ambos llenos con harina de sémola amasada con aceite, como ofrenda vegetal, *una cuchara de 10 siclos de oro, llena de incienso. *un novillo, un carnero y un cordero de un año, por holocausto(Olá), *un macho cabrío, por ofrenda expiatoria(Jatat), *dos bovinos, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año, para sacrificio pacífico(Shelamim). De esta manera la inauguración del altar contó con: 12 platos y 12 cántaros de plata con un peso total de 2.400 siclos (unos 33,6 kilos) 12 cucharas de oro con un peso de 120 siclos(unos 1,7 kilos) Harina e incienso Ganado para holocausto: 12 bovinos, 12 carneros, 12 corderos y 12 machos cabríos. Ganado para sacrificio pacífico: 24 novillos, 60 carneros, 60 machos cabríos y 60 corderos. SHABAT SHALOM Héctor Goldfarb [1] Como abono a lo señalado antes, la ofrenda de harina se denomina “de celos”, recordatoria de la iniquidad cometida. Pero aún no se comprobaba la efectividad de esta. [2] Según Rashi se trata de agua consagrada en el Kior(la fuente que contenía el agua que los sacerdotes usaban para el lavado de sus manos y pies antes del servicio en el Templo), ya que esa fuente fue construida con los espejos de las mujeres, de las que la acusada formaba parte, mujeres que habían tenido relaciones con sus esposos en Egipto, “bajo el manzano”. La imputada de conducta escandalosa sería entonces examinada por el Kior. [3] En algunos tratados (Sefer Torá 1:5) se estableció que los versículos de Números (5:21-23), que contienen las maldiciones que recaerán sobre una mujer adúltera (sota), no debían ser escritos con tinta indeleble, ya que el sacerdote no podría borrarlas al frotarlas con “aguas amargas”. Los rabinos prohibieron el ritual de las “aguas amargas” tras la destrucción del segundo Templo. (Fuente: Alfred J. Kolatch. “El Libro del Porque en la Torá”) |